Demostrar que una cartera agregada de recursos flexibles domésticos (como inversores solares, sistemas de climatización, cargadores de vehículos eléctricos...) puede ofrecer servicios activos al operador de red de distribución (DSO) en tiempo real.
El reto define la flexibilidad residencial como la capacidad de una cartera agregada de recursos flexibles domésticos (como inversores solares, sistemas de climatización, cargadores de vehículos eléctricos, etc.) para ofrecer servicios activos al operador de red de distribución (DSO) en tiempo real. Estos servicios permiten:
- Aliviar congestiones en la red.
- Corregir perfiles de tensión.
- Reducir pérdidas eléctricas.
- Diferir inversiones en infraestructura de respaldo.
Restricciones:
Tecnológicas
Los dispositivos deben ser controlables remotamente y responder en tiempo real.
Se requiere una infraestructura de comunicaciones robusta y fiable.
La flexibilidad debe ser predecible y medible para que el operador de red pueda integrarla en su planificación.
Es necesario definir protocolos de activación y validación de los servicios prestados.
Existen barreras normativas que limitan la participación de recursos residenciales en el mercado de flexibilidad.
Se necesita un modelo de negocio viable que incentive a los usuarios a participar.
La red de baja tensión presenta variabilidad local que puede dificultar la agregación efectiva de recursos.
Las soluciones deben adaptarse tanto a entornos urbanos como rurales.
